cuidado de la piel en invierno

Cuidado de la piel en invierno: ¿Cómo hacerlo?

Aunque las temperaturas han ido bajando hace días, el invierno ha llegado hoy y nos quedan tres largos meses por delante. En esta época de tiempo más desfavorable, nuestro ritmo de vida y salud sufren cambios, siendo la piel una de las grandes afectadas. Desde Esylma nos preocupamos por tu salud y belleza. Por ello, hoy te contamos por qué sufre la piel en esta época y cómo debe ser el cuidado de la piel en invierno para prevenir y aliviar los posibles daños.

¿Por qué la piel puede dañarse en invierno?

En invierno, tanto la piel del rostro y de las manos, la más expuesta, como la del cuerpo puede verse afectada.

En el primer caso, suele ser por causa directa del frío y del viento. El frío genera vasoconstricción para intentar mantener el calor corporal, lo que produce que las células cutáneas no puedan recibir de igual forma oxígeno y nutrientes. La consecuencia de ello es que la piel no se regenere adecuadamente y se acumulen células muertas, lo que da un aspecto pálido y sin vida. Además, la acumulación de estas células no permite que la piel respire.

Por otra parte, el viento hace que la piel se reseque y se irrite. Esto se debe a que el viento reduce la humedad y también roza la superficie cutánea.

Pero la piel también se puede ver afectada sin estar directamente expuesta al viento y al frío. Tanto la piel del rostro como la del cuerpo pueden sufrir en esta época por nuestra mayor permanencia en lugares cerrados, especialmente con aparatos de calefacción encendidos, que debilitan la piel.

Además, en el caso de la piel corporal, esta puede irritarse debido a que en esta época llevamos más prendas y de fibras como la lana, que puede generar erosión o picor en la piel.

Cuidado de la piel en invierno

El mejor cuidado es una buena prevención. Por ello, recomendamos que si se va a estar en el exterior se proteja en lo posible las manos y el rostro, utilizando guantes, gorros o prendas como bufandas, etc. Una barrera física como estas reducirá el impacto del frío y del viento.

Por otra parte, en invierno, al no hacer calor, nuestro reflejo de la sed no es tan acusado, por lo que tendemos a no beber tanto. Es fundamental que aunque no tengamos sed nos hidratemos bien porque esto es bueno para la hidratación interna de la piel.

Asimismo, es relevante que evitemos en lo posible la calefacción por bomba de aire, ya que reseca el ambiente y sus filtros pueden acumular patógenos, y que humidifiquemos los espacios.

Finalmente, el paso imprescindible para el cuidado de la piel tanto del rostro como del cuerpo es mantener una rutina de hidratación antes, durante y después de exponernos a las agresiones externas. Para ello podremos emplear cremas hidratantes u otras soluciones, como los aceites secos.

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Desde Esylma hemos desarrollado el aceite seco radiante de Esylma, que hidrata, ilumina y suaviza la piel de rostro, cuerpo y cabello gracias a su contenido en siete aceites de origen vegetal y vitamina E.

Ahora ya sabes acerca del cuidado de la piel en invierno. Si precisas más información sobre cómo cuidarte, te recomendamos seguir los artículos de nuestro blog y conocer nuestros universos Rostro y Cuerpo.