Cuando estamos felices o tristes, es muy fácil verlo en nuestro rostro. Más allá de nuestros gestos, nuestra piel cambia dependiendo de ciertas situaciones, pasando de estar luminosa y sana a pálida, seca o irritada. El pasado lunes fue el Día Mundial de la Alegría, y por ello, desde Esylma queremos hablarte de la relación entre estado de ánimo y piel.
Relación entre estado de ánimo y piel
Nuestros estados de ánimo y emociones tienen efectos directos en nuestras funciones fisiológicas. Pueden alterar los procesos circulatorios, el sistema nervioso, el funcionamiento de las hormonas, etc.
Los estados de ánimo que más afectan a la piel son el estrés, la depresión, el miedo, la irritabilidad y la felicidad.
Durante los episodios de estrés, el cuerpo libera las hormonas cortisol y adrenalina para hacer frente a la posible amenaza. Algunas de los efectos que causan estas hormonas en la piel son empeoramiento de las afecciones cutáneas como el acné, los eccemas, la psoriasis o la dermatitis, y la aparición de arrugas.
La depresión causa un estado de decaimiento y descenso del cuidado personal, así como problemas de sueño. Esto se refleja en la piel del rostro, apareciendo ojeras, arrugas, pérdida de luminosidad y falta de elasticidad de la piel.
En el miedo y la irritación, también actúan las hormonas cortisol y adrenalina. En el caso de padecer miedo, la piel tiende a verse más pálida debido a la alteración de los procesos circulatorios, haciendo que el flujo de sangre al torrente sanguíneo descienda.
En casos de irritación, sucede lo contrario. La piel puede mostrarse enrojecida por un aumento de la circulación. También pueden aparecer picores o dermatitis atópica, además de sequedad. Cabe destacar que en las emociones negativas como esta, solemos fruncir el ceño y los labios, hecho que mejora la aparición de arrugas de expresión.
Por último, no todo va a ser malo, ya que la felicidad es un potente y positivo estado de ánimo con grandes efectos. No solo nos hace sentirnos bien, sino también vernos bien. Cuando estamos felices y sentimos bienestar, nuestro cerebro segrega dopamina, serotonina y endorfinas. Estas hormonas cuidan de la piel y en estos casos, por ejemplo, es más difícil padecer problemas hormonales o de sueño que afecten al desarrollo de la piel o a su envejecimiento. Si estamos felices y radiantes por dentro, nuestra piel es el reflejo de ello, viéndose viva y bella.
Estas tres hormonas, además de tener un efecto directo en la piel, también mejoran el funcionamiento del sistema inmune, el cual puede actuar más rápido y mejor.
¿Cómo tener una piel más bonita y sana cuidando nuestro estado de ánimo?
Está claro que lo que sentimos tiene más efectos de lo que pensamos. Por ello, te recomendamos que te cuides por fuera, siguiendo buenos hábitos de higiene y cuidado de la piel. Para ayudarte, en Esylma hemos desarrollado la crema facial con aceite de argán y vitamina E SPF15, un tratamiento reparador e hidratante que aportará luminosidad a tu piel.
Sin embargo, también te animamos a que te cuides por dentro. Que te ofrezcas lo mejor, que te alimentes, hidrates y descanses bien, hagas ejercicio y disfrutes de momentos para ti, relajándote y haciendo cosas que te hacen feliz. ¡Esa felicidad se verá por fuera!
Ya te hemos contado todo lo que debes saber sobre la relación entre estado de ánimo y piel. Si precisas más información sobre cómo cuidarte, te invitamos a conocer nuestro universo Rostro y a seguir los artículos de nuestro blog.